Chirimoya fue el segundo desafortunado, que murió a manos de Pomelo. La lluvia no detiene a los asesinos profesionales.
Duerman con un ojo abierto.
Chirimoya fue el segundo desafortunado, que murió a manos de Pomelo. La lluvia no detiene a los asesinos profesionales.
Duerman con un ojo abierto.