Me acaba de informar hace unos momentos de dos muertes. Primero Mandarina pilló solo en un pasillo a Pomelo, lo apuñaló con tristeza y le pidió perdón. Pomelo entendió que así es la vida de los asesinos y murió con dignidad. En seguida Mango me dio aviso de que terminó con la vida de Papaya, momentos antes de despedirse de él.
Ya van dos en la noche y esperamos más, así que cuiden sus espaldas.